ECONOMIA

Vacaciones en el exterior

¿Cuándo conviene pagar con tarjeta de crédito, débito o efectivo?

En medio de las restricciones cambiarias que impiden comprar más de USD 200 por mes y por persona y el “impuesto Para una Argentina Solidaria e Inclusiva PAIS.” que carga un 30% las compras de moneda extranjera, los argentinos que decidan viajar al exterior deberán sacar cuentas y analizar con detalle de qué forma gastarán su dinero fuera del país.

Los bancos ya empezaron a enviar comunicaciones a sus clientes para asesorarlos en el uso de sus medios de pago en sus vacaciones fuera del país, con el pago del impuesto como elemento central.

En esos mensajes, enviados antes de la publicación del decreto 99/2019, se enfatiza que aún falta conocerse algunas reglamentaciones y que algunos aspectos de la aplicación del impuesto podrían cambiar. Si bien el decreto es lo central, se espera que la AFIP y el Banco Central emitan algunas normas complementarias.

Antes de pensar en la disyuntiva tarjeta/efectivo, el gasto de las vacaciones en el exterior requiere una decisión previa: gastar con pesos (y el impuesto del 30%) o con dólares ya ahorrados (sin el impuesto).

Desde el punto de vista de las finanzas personales, cada viajero tendrá una encrucijada. ¿Es más conveniente conservar los dólares, sabiendo que si se gastan será muy difícil volver a tenerlos? ¿O, por el contrario, conviene gastarlos para evitar el pago del impuesto que acarrea utilizar los pesos?

Quienes piensen que el dólar va a subir de precio y no tienen buenas perspectivas de ahorro, tal vez se inclinen por la primera opción; los que, por el contrario, esperan un dólar en los precios actuales, preferirán ahorrarse el impuesto y gastar los dólares, aún sabiendo que será difícil reponerlos. Cada medio de pago tiene beneficios y perjuicios.

Efectivo

Manejarse con los billetes en la mano tiene ventajas en cuanto a esquivar la intrincada reglamentación cambiaria e impositiva de la Argentina, en relación con otros medios de pago. Pero a la vez abre un interrogante para quien gaste hoy dólares comprados en su momento, hasta el viernes en $63 o aún menos, tendrá escasas chances de comprarlos en el futuro inmediato.

Volver a ahorrar en dólares se ha transformado en algo complejo, tanto por la falta de acceso a las divisas que trae el control de cambios como por el precio al que llegaron las distintas cotizaciones, bien por encima del oficial.

Las restricciones impiden comprar más de USD 200 (o su equivalente en reales, euros o cualquier otra moneda) por mes y ese no es el único problema. A lo exiguo de esa cifra, se suma el impuesto del 30 por ciento.

Sacar dinero en efectivo de cajeros automáticos del exterior es una variante útil y que no tiene límites. Es conveniente averiguar cuáles son las comisiones por cada extracción, ya que varían según la red de cajeros que se utilice. La extracción debe hacerse desde una caja de ahorro en dólares, no está permitido hacerlo contra una cuenta en pesos.

Los adelantos de efectivo con tarjeta de crédito, en comercios o cajeros automáticos, también tienen limitaciones. La normativa del Banco Central autoriza a retirar solamente USD 50 en cada operación. Pueden realizarse tantas extracciones como se deseen, pero también se debe pagar la comisión en cada una de ellas. Y además, el monto extraído ingresará al resumen y, por lo tanto, cargará con el 30 por ciento.

Un dato para tener en cuenta es que, por normas internacionales de prevención del lavado de dinero, no está permitido que una persona traslade más de USD 10.000 (o su equivalente en cualquier otra moneda) en efectivo de un país a otro.

Tarjeta de débito

Comprar con tarjeta de débito desde una cuenta en dólares suena como el método más conveniente para gastar en esta circunstancia. Tiene el beneficio de evitar el impuesto del 30% y, a la vez, la comodidad de moverse con dinero plástico en lugar de dinero en efectivo.

Un primer paso fundamental para el viajero es chequear a qué cuenta está vinculada la tarjeta de débito. En muchos bancos, la vinculación de la tarjeta de débito a una cuenta determinada (que puede llamarse “vinculada” o “preferida”) puede hacerse rápidamente por homebanking. En otros, hace falta algún trámite extra.

Es importante recordar que los gastos hechos con la tarjeta de débito vinculada a una caja de ahorro en dólares no pagarán el impuesto del 30%. En cambio, gastar con la tarjeta de débito contra un cuenta en pesos sí tendrá el recargo de ese tributo, ya que supone una operación cambiaria. Lo que realmente está gravado con este nuevo impuesto no son los consumos en moneda extranjera, sino la compra de dólares para pagarlos.

Tarjeta de crédito

Aún conocido el decreto reglamentario de la ley, en el sector financiero esperan disposiciones adicionales de la AFIP y el Banco Central para tener precisión absoluta sobre la instrumentación del impuesto del 30%.

No obstante esa incertidumbre, se da por sentado que quienes paguen su resumen de gastos en dólares con esa moneda no serán alcanzados por el impuesto, ya que lo está gravado es el acceso al mercado de cambios y no el uso de la tarjeta en dólares. Por lo tanto, si el cliente cancela sus gastos con dólares depositados en su caja de ahorro, o incluso en efectivo, no sufrirá el recargo del 30%.

Todavía se analiza cómo implementar este principio; una posibilidad en danza es que el cliente pague el impuesto y luego el banco se lo devuelva en el resumen siguiente o con una acreditación en su cuenta en pesos.

Por lo tanto, quienes elijan gastar con tarjeta de crédito deberán estar alertas al modo en que pagan su resumen. Muchos bancos suelen pesificar los consumos en dólares, pasándolos a pesos al tipo de cambio del día del pago, en particular cuando se debitan en forma automática.

Pero eso no significa que el dueño de la tarjeta deba aceptarlo. La ley de tarjetas de crédito es clara en cuanto a que los gastos en dólares pueden ser pagados, a opción del titular de la tarjeta, tanto en dólares como en pesos utilizando el tipo de cambio del día del “efectivo pago del resumen”. Claro que la ley no previó que, en la actualidad, elegir el pago en pesos implica también obligarse a desembolsar un 30% de impuestos.

En el único caso en que los bancos pesifican el saldo en dólares y eso no puede modificarse es cuando existe financiación de consumos en dólares. Si al vencimiento de un resumen de USD 100 se pagan solamente USD 60, los USD 40 restantes serán pesificados para el resumen siguiente y, por tanto, pagarán el impuesto.

Un caso especial es el de Uruguay, que cada verano recibe gran cantidad de turistas argentinos. En el país vecino se comercializan tarjetas Mastercard prepagas que pueden adquirirse y recargarse en más de 1.000 comercios con dólares o pesos uruguayos.

Los turistas podrán comprar la moneda local con pesos argentinos y acceder a la carga de la tarjeta. Al tipo de cambio actual, se estima que con estas tarjetas se podrá acceder a un dólar de $70, por debajo de los $82 del dólar solidario.

El decreto reglamentario de la ley del “impuesto P.A.I.S.” estableció además la exención del pago del 30% para todos los pasajes por vía terrestre que tengan como destino países limítrofes.

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