Las lluvias trajeron alivio a una Australia prendida fuego
En el este de Australia se registraron lluvias y condiciones climáticas más suaves, pero la calidad del aire en la capital, Canberra, se mantiene en niveles peligrosos para la salud debido al humo de los incendios que asolan el país, informaron fuentes gubernamentales, a la vez que se anunciaron ayudas por casi 1.400 millones de dólares.
Según la base de datos de la calidad del aire IQ Air Visual, la calidad del de Canberra es la peor del mundo y, en ese contexto, los espacios públicos, museos, parques, empresas y universidades de la capital se clausuraron y se cancelaron algunos vuelos destinados a la ciudad, informó agencia Dpa.
Además, el Departamento de Interior, responsable de coordinar la respuesta a las emergencias en Australia, recomendó permanecer en los hogares al menos durante 48 horas debido a la mala calidad del aire.
Al momento se contabilizaron un total de 23 muertos y más de 1.500 viviendas fueron destruidas como consecuencia de los incendios que azotan desde septiembre a Australia. Mientras tanto, crecen las críticas a la gestión de la crisis del primer ministro, Scott Morrison, quien advirtió sobre la posibilidad de que los incendios duren varios meses; más de 140 focos siguen activos en el estado más afectado, Nueva Gales del Sur. En este sentido, aunque la lluvia alivió el trabajo de los bomberos, no fue suficiente como para extinguir todos los focos.
Además, el gobierno informó que destinará 1.388 millones de dólares estadounidenses para la recuperación de las zonas afectadas por los incendios forestales, según reportó la agencia Efe. El primer ministro dijo que el dinero será gestionado durante los próximos dos años por una nueva agencia dedicada a ayudar en la reconstrucción de casas e infraestructuras dañadas por los fuegos que arden en el país desde septiembre.