Conflicto petrolero en Neuquén
El ministro de Trabajo, Claudio Moroni, recibirá a representantes empresariales y gremiales. Están en juego 685 despidos y 1.200 suspensiones.
A pocos días de la realización de una manifestación que se espera multitudinaria y de que expire la “Conciliación Voluntaria” entre empresas y sindicatos del sector petrolero por el despido de 685 y la suspensión de más de 1.200 trabajadores en Neuquén, el ministro de Trabajo, Claudio Moroni, recibirá hoy a las 17 horas a cámaras del sector y, del lado gremial, a Guillermo Pereyra, secretario del sindicato de Petróleo y Gas Privado de Río Negro, Neuquén y La Pampa, y a Manuel Arévalo, del sindicato del Personal Jerárquico y Profesionales del Petróleo de las mismas provincias.
Recién la semana pasada el gobierno reaccionó al conflicto, tal vez consciente de lo poco que resta para una potencial escalada.
El jueves, el presidente Alberto Fernández, recibió a los ejecutivos y el viernes los ministros de Trabajo y de Desarrollo Productivo, Claudio Moroni y Matías Kulfas, escucharon la versión de los sindicatos. El mismo día, la cartera de Kulfas indicó que el gobierno enviará al Congreso un nuevo proyecto de ley de hidrocarburos, que incluirá desde el “blindaje” de Vaca Muerta hasta normas para la recuperación secundaria y terciaria de pozos petroleros y gasíferos.
Mientras, el gobernador neuquino, Omar Gutiérrez, fatigó pasillos y despachos ministeriales para alertar sobre la gravedad de la situación y pedir definiciones de política petrolera y energética, que hasta el anuncio del viernes se limitaron al congelamiento por 180 días del precio de los hidrocarburos y de la electricidad mediante la “ley de emergencia”, y al congelamiento de facto y sin plazo de las naftas, aunque hubo un amago de aumento del 5% que se postergó hasta nuevo aviso.
La cuestión trasciende a las empresas y trabajadores del sector. También gobernadores e intendentes están preocupados por el congelamiento del precio de los hidrocarburos “en boca de pozo”, que carcome sus ingresos por regalías e Ingresos Brutos.
Muchos intendentes, dijo Pereyra a Infobae, comprometieron su apoyo a la protesta del jueves 23 en Neuquén, en la que esperan juntar no menos de 30.000 manifestantes.
El conflicto se desató el 6 de diciembre, cuando las empresas empezaron los despidos y suspensiones por turno y se dictó la Conciliación Obligatoria. “No tenía sentido pedirle reunión al gobierno de Macri, así que esperamos hasta el 11 de diciembre para ver cómo seguíamos. Pero no nos llamó nadie, ni el gobierno ni las empresas, y decidimos seguir esperando hasta el fin de la conciliación obligatoria, que expiró el 27 de diciembre”, recordó Pereyra.
Ahí los trabajadores “dimos otra señal”, prosiguió el representante gremial, y se inició una “Conciliación Voluntaria” con las empresas, que siguieron con las suspensiones por turno pero postergaron los despidos de los 685 trabajadores a los que habían enviado telegrama. Ese plazo vence el martes 28. Si para entonces no hay acuerdo y las empresas proceden con los despidos “se activa el paro”, dijo Pereyra.
Los problemas comenzaron con el decreto 566, de Macri, que congeló hidrocarburos y combustibles para morigerar la escalada inflacionaria tras su derrota en las elecciones primarias (PASO) de agosto pasado. Los gobernadores aliados al kirchnerismo, alegando un asalto a sus ingresos por regalías, recurrieron a la Justicia, que rechazó el planteo. Macri inició el descongelamiento en octubre y aprobó otros dos aumentos en noviembre,
Pero el nuevo gobierno endureció lo que los gobiernos aliados habían criticado tan enfáticamente.