BOCA 0 – INDEPENDIENTE 0
Boca e Independiente hicieron la plancha en la Bombonera y cerraron un empate que no le sirve a ninguno de los dos.
A Boca, porque necesitaba ganar para que River no se cortara sólo en la cima de la tabla de la Superliga; y a Independiente, porque venía de perder el postergado de la 14ª fecha justamente contra el puntero y tanto a los jugadores como a Pusineri les urgía una victoria que empezara a darle forma a este ciclo que recién empieza. No se le dio a nadie más que al Millo.
A Russo se le rompieron todos los planes con la tempranera expulsión de Izquierdoz por doble amarilla y el que pagó los platos rotos fue el pibe Obando, que tuvo que dejar la cancha para que ingresara Alonso. Lógico, con uno menos Boca no fue el mismo y el Rojo pasó de contragolpear a adueñarse del trámite del partido.
¿Qué hizo Boca con diez? Poco. Apenas tuvo un par de situaciones claras, una en la zurda de Tevez que tapó de manera estupenda Campaña y otra en los pies de Villa, que vuela, sí, pero con la cabeza gacha. El colombiano había ingresado por Zárate, que, para colmo de males, pidió el cambio por lesión.
Si a Pablo Pérez no se le hubiese salido (otra vez) la cadena, si no hubiera tirado ese inexplicable planchazo sobre Campuzano, tal vez Independiente se habría llevado algo más que un empate de la Bombonera, que, a excepción de la barra, insultó fuerte al expulsado de rojo que alguna vez vistió la azul y amarilla.