Momento tenso en el regreso de Guaidó a Venezuela
El líder de la oposición en Venezuela, Juan Guaidó, regresó este martes al país tras una gira internacional de más de 20 días, en un clima tenso en el aeropuerto internacional de Maiquetía, donde abundaron incidentes entre simpatizantes chavistas y opositores.
Menos de media hora después de que el avión aterrizara, y tras pasar por la ventanilla de Migraciones, Guaidó salió al estacionamiento del aeropuerto, donde subió a un vehículo con destino a Caracas, según el diario local El Nacional.
No obstante, esa transición no fue sencilla pues la terminal estaba llena de manifestantes chavistas y opositores, entre los cuales se produjeron forcejeos y agresiones.
Incluso, los chavistas «intentaron agredir a Guaidó arrojándole objetos contundentes», según el diario digital Runrunes, y llegaron a empujarlo, según dijo una fuente de la oposición.
En ese ambiente, en el que ambos sectores intercambiaron cánticos y consignas, los militantes chavistas golpearon al menos a cinco periodistas, de acuerdo con el diario Tal Cual.
Guaidó dejó el aeropuerto a bordo de una camioneta con rumbo desconocido, pues la autopista que comunica a Caracas con la terminal aérea, en el norteño estado La Guaira, había sido bloqueada.
Pese a ello, la oficina de prensa de Guaidó confirmó que el presidente de la Asamblea Nacional (AN, parlamento) tenía la intención de dirigirse a la plaza Bolívar, en el municipio caraqueño Chacao, para hablar ante sus seguidores.
El clima ya estaba tenso desde algunas horas antes de que aterrizara el avión, cuando la oposición denunció que diputados fueron agredidos y despojados de sus vehículos cuando se dirigían a Maiquetía.
«Seguidores de (el presidente Nicolás) Maduro atacan a los diputados de la AN que esperan al presidente interino (designado por el parlamento) Juan Guaidó en el aeropuerto internacional de Maiquetía», informó la oficina de prensa del líder opositor.
La fuente explicó que «presuntos trabajadores» de la aerolínea estatal Conviasa se encontraban en el aeropuerto «con actitud hostil ante el ingreso» de Guaidó.
En un nuevo reporte, agregó que a los legisladores «les fue impedido el paso hacia el aeropuerto», por lo que «decidieron caminar hasta el sitio».
Mientras tanto, «los autobuses donde se dirigían los diputados fueron confiscados» y «cuerpos de seguridad del régimen detuvieron a la diputada Deyalitza Aray».
A la vez, «presuntos trabajadores de Conviasa se enfrentaron a los diputados dentro del aeropuerto, haciendo que se tuvieran que replegar».
Guaidó regresó en medio de un operativo hermético en relación con sus movimientos, a tal punto que llegó en un vuelo procedente de Lisboa -aparentemente con escala en Santo Domingo-, sin que se hubieran anunciado los detalles.
Había salido de Venezuela el 19 de enero pasado para realizar una extensa gira que lo llevó por Bogotá, Londres, Bruselas, Davos, París, Ottawa, Madrid, Miami y Washington.
En esas ciudades se entrevistó, entre otros, con los presidentes de Colombia, Iván Duque; Francia, Emmanuel Macron, y Estados Unidos, Donald Trump, así como con los primeros ministros del Reino Unido, Boris Johnson, y Canadá, Justin Trudeau, y con la canciller de Alemania, Angela Merkel.
También se reunió con el secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, y con la canciller de España, Arancha González Laya.
El viaje representó un desafío especial, pues Guaidó tiene prohibido salir de Venezuela por el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ, controlado por el chavismo), aunque el número dos del oficialismo, capitán Diosdado Cabello, prometió que no le sucedería «nada» cuando regresara al país.
Entre febrero y marzo de 2019, Guaidó realizó otra gira por varios países -incluida la Argentina- después de quedar varado en el lado colombiano de la frontera tras el intento fallido de ingresar alimentos y medicinas a Venezuela en concepto de ayuda humanitaria.
Regresó a Caracas gracias a un operativo en el que diplomáticos de los más de 50 países que lo reconocen como jefe interino del Estado fueron a buscarlo a Maiquetía y lo acompañaron en caravana hasta el centro de la ciudad.
Meses después, sin embargo, esa escapada le costó un escándalo, cuando se publicaron fotos de él junto a supuestos paramilitares colombianos que lo habrían ayudado a cruzar de Venezuela a Colombia.