Una le tenía que salir a Independiente
Independiente logró una clasificación angustiosa gracias al gol de Bustos en tiempo de descuento.
Había hecho mucho esfuerzo, pero se estaba quedando afuera ante Fortaleza, que ganaba 2 a 0 y ya daba por hecho, el equipo y los 50.000 torcedores que coparon el Castelao, que pasaba de ronda. Porque el Rojo era un constante sufrir por sus imprecisiones para elaborar y porque parecía que seguía en esa línea de angustia que lo atravesó en casi todo este 2020. Entonces, si había fallado las pocas que había tenido, no había por qué imaginar que los de Pusineri iban a lograr el ansiado gol de visitante que lo clasificaba. Menos, después de la masita del guaraní Cecilio Domínguez en un cabezazo frontal…
Pero ahí fue Bustos, que recibió del juvenil Velasco, otro de la cantera, y su derechazo se desvió en un rival y por una vez el arquero Felipe Alves no tuvo reacción, y ya en tiempo de descuento, como para shockear más a la torcida en un partido definido como histórico en el club brasileño, y para que el delirio y los abrazos del Diablo se sintieran en el cielo y en el infierno del Castelao.
Fue, además, una enorme redención de Bustos, que había cometido el penal del 1 a 0 de Juninho. Y esto puede servir de un golpe de unidad y anímico para lo que quedó de un plantel del Rojo en un mercado de pases que debilitó las opciones de Pusineri.
No es fácil reaccionar en la adversidad en Brasil y más en un ambiente explosivo como el que enfrentó Independiente, que en buena parte del partido tuvo como rival a algunos de sus jugadores, con malas salidas y coberturas defensivas. Un punto alto fue Campaña. También, hubo una buena exposición en el comienzo del segundo tiempo, con ambición y llegadas al arco, no con el suficiente ímpetu y coordinación para romper la Fortaleza.
El 2 a 0 de Marlon, apenas ingresado, parecía sentenciar. Pero el Rojo, esta vez, tuvo capacidad de reacción ante la adversidad. El grito alocado de Bustos, ese semblante de incredulidad por lo que había conseguido, fue la síntesis del enorme valor que Independiente le debe dar a esta angustiosa clasificación a 16avos de final. Está vivo, quizá no sea fácil explicar cómo. Pero lo hizo.
