Tensión en Barcelona
Manifestantes lanzaron botellas contra la Policía y pidieron por la liberación de Pablo Hasel.
La ciudad de Barcelona vivió una nueva noche de incidentes. En reclamo por la liberación del rapero Pablo Hasel, manifestantes volvieron a enfrentarse con los Mossos d’Esquadra, a quienes les lanzaron piedras y botellas, entre otros objetos contundentes. Los disturbios se registraron frente al edificio de la Jefatura Superior de la Policía en Via Laietana, donde los agentes dispersaron a los agresores.
Tal como sucedió en los últimos días, las protestas se desarrollaban de manera pacífica este domingo cuando un grupo de personas se detuvo frente al establecimiento y empezó a atacar al cordón de efectivos apostados en las inmediaciones.
Encapuchados, los manifestantes cortaron la calle y colocaron una pancarta frente a los vehículos de la Policía. Al grito de “Libertad Pablo Hasél”, les lanzaron contenedores, adoquines, botellas de vidrio e incluso bombas de humo.
Frente a esta situación, los agentes avanzaron sobre los agresores y lograron dispersar a la multitud con la ayuda de varias camionetas de la fuerza.
Más temprano, varios centenares de personas también se concentraron frente a la estación de tren de Sants, que estaba fuertemente resguardada por efectivos antidisturbios de la policía de Cataluña, para pedir por la liberación del rapero.
Según medios locales, las manifestaciones de este domingo tuvieron menos afluencia que las realizadas desde el martes, cuando Hasel fue encarcelado.
A partir del arresto del artista, las calles de la ciudad española se convirtieron en escenario de fuertes enfrentamientos entre manifestantes y agentes de la Policía, donde se vieron barricadas, contenedores en llamas y múltiples destrozos.
La noche del sábado, los incidentes incluyeron saqueos de locales de ropa y daños a edificios emblemáticos de Barcelona, como el Palacio de la Música.
Desde la detención de Hasel, un centenar de personas fueron detenidas por la policía en Barcelona y otras ciudades como Madrid, de acuerdo con lo informado por las autoridades.
El rapero, de 32 años y con antecedentes penales, fue condenado a nueve meses de cárcel por “enaltecimiento del terrorismo” en unos tuits donde calificaba al rey Juan Carlos I de “mafioso”, elogiaba a personas implicadas en atentados y acusaba a la Policía de matar y torturar a migrantes y manifestantes.
Tras la difusión de los mensajes contra la Corona española, el joven se atrincheró en la Universidad de Lleida, en el nordeste de España, con decenas de seguidores para evitar ir a prisión. Sin embargo, los antimotines lo arrestaron poco después.
La detención del rapero avivó en España el debate sobre la libertad de expresión y profundizó las diferencias en el seno de la coalición gubernamental, entre los socialistas, del presidente Pedro Sánchez, y el partido Podemos (izquierda radical), que defendió las protestas.
