Boca derrotó a Lanús en La Bombonera y se clasificó a los cuartos de final de la Copa de la Liga
Con un gol del Cali Izquierdoz, el Xeneize se impuso por 1 a 0 frente al Granate.
En un horario poco habitual para un plantel que está acostumbrado a jugar por la tarde o la noche, Boca recibió a Lanús con la misión de sellar su clasificación a los cuartos de final de la Copa de la Liga, antes de emprender su viaje a Ecuador, donde se medirá con Barcelona de Guayaquil por la tercera fecha de la fase de grupos de la Copa Libertadores.
A pesar de la necesidad de la victoria, el Xeneize comenzó dormido su compromiso y en una de sus primeras apariciones Pedro De la Vega encendió las alarmas en la defensa local. El disparo rasante de Pepo puso en alerta a Agustín Rossi, quien volvió a reemplazar a Esteban Andrada.
La respuesta del equipo de Miguel Ángel Russo llegó por las bandas con las constantes proyecciones de Lucas Obando. En más de una oportunidad, el lateral pisó el área rival e intentó lastimar a Lautaro Morales, pero las decisiones que tomaba no eran las correctas. La visión de Agustín Almendra en la gestación de juego se presentaba como la herramienta más efectiva en el Xeneize.
Sin embargo, el conjunto porteño sufría mucho. La presión constante del Granate, la insistencia de Nicolás Orsini y la experiencia de José Sand conformaban los argumentos más sólidos en la visita para ponerse en ventaja. Sólo le faltaba que Pepe mejore en las resoluciones para sellar su superioridad en el marcador.
Antes de llegar al descanso se produjo la polémica. En un tiro libre a favor de Lanús, Agustín Rossi cometió un error al perder la pelota que parecía tener en su poder y chocó contra Guillermo Burdisso. Según el ex árbitro Miguel Scime, era un claro penal que ignoró Facundo Tello. La carga ilícita del arquero contra el defensor debió sancionarse con la pena máxima. El error del juez favoreció al dueño de casa.
En el vestuario sonó el despertador boquense. El combinado liderado por Russo mejoró en su faceta ofensiva en el complemento y las intervenciones de Villa y Tevez despertaron la preocupación granate. Tanto el Apache como el colombiano tuvieron un papel más protagónico en la segunda etapa para acercarse al triunfo. Además, Alan Varela se animó a pisar el área contraria y la llegada del gol parecía estar más cercana.
Sin embargo, la más clara para quebrar el cero la tuvo Tomás Belmonte. Luego de un tiro de esquina perfecto, Burdisso abasteció al volante, quien desperdició la ocasión enviando su disparo por encima del travesaño. El lamento de Luis Zubeldía fue notorio cuando observó al atacante malograr la chance a dos metros del arco.
La fórmula estaba en la pelota parada. Y la aprovechó Boca. Un preciso centro de Pavón, quien reemplazó a Obando, le permitió al Cali Izquierdoz elevarse en el cielo celeste del Alberto J Armando para dejar sin posibilidades a Morales con un violento cabezazo. El grito silencioso del central selló el 1 a 0 y su postura de no festejar el tanto se basó a un pasado granate del defensor. A pesar de la respetuosa mirada seria, en el Xeneize era todo felicidad.
A pesar de dejar algunas dudas en su producción, el elenco de la ribera logró el objetivo de sellar los boletos hacia la fase final del campeonato. Con la satisfacción de la tarea cumplida, la delegación boquense partirá rumbo a Guayaquil con el deseo de encaminar su clasificación a los octavos de final de la Copa Libertadores. Un triunfo en territorio ajeno significaría otro gran paso para resolver su zona de forma prematura. Sin dudas, Riquelme está feliz.