Día Mundial contra la Hepatitis
El Ministerio de Salud Pública tiene previsto realizar testeos y consejerías en hospitales y centros de salud destinados a determinar nuevos diagnósticos.
Según especialistas de la OMS, el 50% de las personas con hepatitis crónica desconoce su diagnóstico y si no es tratado puede provocar desde cirrosis hasta cáncer de hígado.
Cada 28 de julio se conmemora el Día Mundial contra el Hepatitis. La fecha hace referencia al natalicio del Dr. Baruch Blumberg, quien fuera el descubridor del virus de la Hepatitis B, e inventor de la vacuna contra esta enfermedad que puede ser prevenible y curable en algunos casos.
La hepatitis es una inflamación en el hígado provocada por un virus y según su clasificación se tipifican en A, B y C. No todas las Hepatitis comparten las mismas vías de transmisión, pero existen medidas preventivas comunes:
-El contacto con sangre y/o materia fecal de un paciente de virus tipo A puede contagiar.
-Es Indispensable utilizar guantes de látex cuando exista contacto con sangre.
-Los objetos de higiene personal, como máquinas de afeitar o cepillos de dientes, no deben compartirse, menos aún agujas u objetos punzo-cortantes.
-En todo tipo de prácticas y relaciones sexuales usar preservativo.
-Las hepatitis A y B son prevenibles con vacunas.
-Los tratamientos para la hepatitis B crónica y C, son seguros y altamente efectivos.
¿Qué es la Hepatitis A?
Es detectable con un análisis específico de sangre que puede realizarse en cualquier hospital o centro de salud de todo el país.
La Hepatitis A es prevenible a través de una vacuna gratuita, incluida en el Calendario Nacional de Vacunación.
¿Cómo se transmite?
Vía fecal – oral: por agua y alimentos contaminados con el virus de la hepatitis A.
Vía sexual: por sexo anal con penetración o sexo anal-oral (contacto boca-ano).
Síntomas: aparición repentina de náuseas, vómitos y falta de apetito. Fiebre, malestar general y dolor abdominal y articular. En los primeros días la orina puede tornarse oscura y las heces pálidas. En las personas adultas, el 25% de los casos no presenta síntomas.
¿Qué es la Hepatitis B?
La Hepatitis B se detecta a través de un análisis de sangre específico, que se recomienda a todas las personas sexualmente activas, siendo importante realizarlo al menos una vez en la vida.
Vacunarse es la manera más segura y efectiva de reducir el riesgo de infección por hepatitis B. La vacuna protege contra la infección en más del 90% de los casos.
Los síntomas de la hepatitis B crónica pueden tardar hasta 30 años en aparecer, y el daño al hígado puede ocurrir de manera silenciosa durante este tiempo. Muchas personas que la contraen no presentan ningún síntoma.
El virus de hepatitis B puede transmitirse al bebé durante el parto, por ello, es importante que todas las mujeres embarazadas se hagan el test de hepatitis. Si el resultado fuese positivo, existen medidas eficaces para evitar la transmisión.
La mayoría de los recién nacidos de personas infectadas que no reciben tratamiento inmediato y adecuado al momento del parto, evolucionarán hacia la cronicidad del virus y corren un mayor riesgo de evolucionar a cirrosis, falla hepática y cáncer de hígado. Se transmite principalmente por contacto directo con fluidos corporales como semen, secreciones vaginales o sangre, infectados con el virus de hepatitis B.
Son vías de transmisión frecuente: las relaciones sexuales sin preservativo, compartir agujas, jeringas, canutos o elementos corto-punzantes con personas infectadas.
Las mujeres embarazadas con hepatitis B pueden transmitir el virus durante la gestación.
No se transmite por saliva, sudor, lágrimas ni por leche materna.
¿Qué es la Hepatitis C?
La hepatitis C, también es una inflamación hepática que se puede curar. El tratamiento es universal, seguro y efectivo en el 95% de los casos. Conocer el diagnóstico es fundamental.
El diagnóstico de hepatitis C se realiza mediante análisis de sangre específicos que detectan la presencia del virus.
Se recomienda que al menos una vez en la vida todas las personas se realicen el test de la hepatitis C, a partir de los 18 años.
Los síntomas crónicos de este virus pueden tardar hasta 30 años en manifestarse, y el daño al hígado suele ser silencioso durante este tiempo.
Lo más frecuente es que se desarrolle de forma asintomática, evolucionando a una enfermedad crónica que puede conducir a cirrosis, cáncer de hígado y múltiples complicaciones fuera del hígado.
La hepatitis C se transmite por contacto directo con sangre infectada.
Al momento no se dispone de una vacuna para prevenir la infección por hepatitis C.
Se debe evitar el contacto directo con la sangre de otras personas, no compartir cepillos de dientes ni otros artículos personales como agujas, máquinas de afeitar, etc.
Es fundamental el uso de un método de barrera como el preservativo, campos de látex, guantes o dediles en todas las relaciones sexuales. Es la medida más efectiva contra esta y otras infecciones de transmisión sexual.