Se quebró el brazo y lo vendaron con cartón
Se había golpeado fuerte al caer de un árbol y necesitaba atención. Sin embargo, el panorama al llegar a la guardia no fue el que esperaba.
El personal de enfermería que lo recibió, detectó que tenía una lesión y debía inmovilizarle el brazo. Sin embargo, no contaban con los insumos necesarios y lo resolvieron con una caja de cartón, con la que improvisaron un “soporte”.
Para que pudiesen brindarle un tratamiento adecuado, manejó, como pudo, 400 kilómetros hasta Alejandro Korn, en el conurbano bonaerense. “No me quedó otra”, dijo a Mediodía Noticias (eltrece).
“Estaba trabajando, haciendo una changa podando un árbol. Tuve la mala suerte de caerme y me golpeé el hombro y la espalda contra un tronco”, relató Carlos.
Un compañero que trabajaba con él lo asistió y llevó en auto hasta el hospital de la localidad. “Allá me atendió una enfermera y me tuvieron sentado en una silla de ruedas por dos horas”, contó.
Según indicó, no se presentó ningún médico y fue asistido por enfermeros. “Me sacaron una placa. Tenía machucones negros, que después fueron violetas. No sé si había médicos, a mí no me vio ninguno, no miraron los golpes. Estoy agradecido al personal de enfermería, porque me dieron un calmante para el dolor y trataron de inmovilizarme el brazo con la caja de cartón que tenían. Fueron los únicos que se ocuparon”, agregó el hombre.
La falta de insumos saltaba a la vista, debido al contexto que describió. “Cuando llegué había otro muchacho que se había caído de una escalera, con la clavícula y dos costillas fracturadas y estaba en la misma situación que yo”, dijo. “La bronca es que es un hospital nuevo. Lo inauguraron hace un par de temporadas, dos o tres años”, comentó.
Una vez que detectaron que tenía una fisura de clavícula, indicaron que debía trasladarse a Mar de Ajó, para que lo viera un traumatólogo. “Había dos ambulancias en la puerta, pero estarían de adorno. Un amigo me llevó con su auto”, relató.
Allí lo vio un médico pero, según indicó, no pudo resolver la situación con los insumos que tenía. “Me vine manejando de la Costa a Buenos Aires, Alejandro Korn, con un solo brazo. No me quedaba otra. Al no ser bien atendido allá, no me quedó otra”, expresó.