Tierra del Fuego: las llamas consumieron 9 mil hectáreas y la Justicia investiga cómo empezó el incendio
Según las primeras informaciones, los focos arrancaron en una parrilla, por un fogón mal apagado, aunque todavía están realizando pericias.
El incendio forestal que empezó el 30 de noviembre en Tierra del Fuego ya consumió 9 mil hectáreas y todavía continúa en la reserva provincial “Corazón de la isla”, situada a pocos kilómetros del municipio de Tolhuin, en el centro geográfico de la provincia.
El territorio arrasado por las llamas equivale a cuatro veces la superficie de la ciudad de Ushuaia. En este momento la Justicia investiga el origen del fuego, y según las primeras informaciones, se sospecha que el incendio comenzó en una parrilla, por un fogón mal apagado.
De todas maneras, el Juzgado de Competencia Ampliada del municipio de Tolhuin, a cargo del juez Silvio Pellegrino, inició de oficio una investigación para dterminar loas causas y ordenó pericias en el lugar.
El juez declaró a radio FM del Pueblo de Río Grande que “ya está individualizado el lugar en donde se habría iniciado el incendio, pero aún tienen que actuar los peritos”. “Pudimos recabar testimonios y estamos investigando”, sumó.
Por su parte la ministra de Producción y Ambiente de Tierra del Fuego, Sonia Castiglione, dijo a Télam que el lugar de origen de las llamas es el Río Claro, situado a pocos kilómetros de un refugio turístico, en una zona donde habitualmente van pescadores, a pesar de que está prohibido el ingreso a la reserva por ese sector.
“El incendio empezó el miércoles 30 de noviembre y a partir de allí tuvimos siete días de viento constante e intenso, de 60 a 65 kilómetros por hora con ráfagas de hasta 100 kilómetros, que no permitieron el ataque directo del fuego y limitaron las tareas de contención, porque por ejemplo los medios aéreos no podían volar”, mencionó y resaltó que en ese escenario “se priorizó antes que nada la vida de los brigadistas”.
Castiglione precisó que la zona comprende un bosque virgen “muy antiguo” con árboles de “40 metros de altura” y “mucho material combustible en el suelo”, en un lugar de “topografía compleja, de pocos accesos” y “en medio de una situación de sequía extrema por las pocas precipitaciones registradas durante el invierno”.