Estudiantes de La Plata accedió por primera vez a la Final de la Copa Argentina

Habrá un nuevo nombre en el listado de campeones del torneo integrador. La victoria por 3-2 de Estudiantes de La Plata sobre Boca privará al Xeneize de buscar el liderazgo en soledad en cantidad de títulos obtenidos en el certamen (iguala a River con tres por lado). Dos históricos como Guido Carrillo y Mauro Boselli convirtieron los tantos de un Pincha que, posteriormente, se benefició de un desvío de Nicolás Figal en contra de su propia valla para sentenciar el triunfo y decretar su primera aparición en la Final del certamen. A 78 años de su última conquista en Copas nacionales (la General de División Pedro Pablo Ramírez 1945), el conjunto platense quedó a apenas 90 minutos de acariciar la gloria.

Una particularidad en la campaña de Estudiantes de La Plata radicaba en la contundencia exhibida en los primeros tiempos, que siempre lo habían visto convertir en al menos una ocasión. La Semifinal distaría de ser la excepción, ya que tardó apenas dos minutos y 30 segundos en quebrar la paridad en el estadio Mario Alberto Kempes de Córdoba. Apertura de Fernando Zuqui, gran desborde de Leonardo Godoy y centro preciso para la entrada de Carrillo, que cabeceó con comodidad para marcar su primer tanto en la undécima edición. De esta manera, el delantero llegó a su quinta anotación en la historia de la Copa Argentina y se consolidó como el máximo anotador del Pincha en la competencia.

La búsqueda del empate por parte de Boca sufriría un golpe inesperado antes del primer cuarto de hora, ya que Marcelo Saracchi golpeó sin pelota a Godoy y fue expulsado. Sin embargo, dirigido por Mariano Herrón, reemplazante de Jorge Almirón y tercer entrenador del Xeneize en la presente campaña, el equipo exhibió resiliencia y se acomodó de mejor manera en el campo de juego. Valentín Barco pasó como lateral izquierdo y Ezequiel Bullaude se acomodó como interno en un 4-3-2 que le permitió elevar la tenencia de la pelota. La clave para el club de La Ribera estuvo en capitalizar su primera ocasión. Miguel Merentiel se benefició de un yerro en la salida de Zaid Romero y sacó un remate inatajable para Mariano Andújar que recobró la paridad en el marcador. Decimosexto gol del uruguayo en su primer año con la camiseta azul y oro.

Una atajada de Sergio Romero sobre Franco Zapiola impidió que Estudiantes, debutante en la instancia, tomará nuevamente el control del resultado. El atrevimiento de Benjamín Rollheiser, ubicado como acompañante de Carrillo en la delantera del 4-4-2 utilizado por Eduardo Domínguez, representó la carta principal de un Pincha que, si bien parecía recuperarse luego de la igualdad, volvería a pecar de inocente en un instante crucial. Bullaude le quitó la pelota a Jorge Rodríguez dentro del área y asistió a Merentiel, letal con un zurdazo que selló su doblete y la consecuente remontada de Boca. Además, dicho tanto lo ubicó a la par de Gabriel Ávalos y Enzo Ariel Fernández como líder anotador de la undécima edición.

Un golpe en la rodilla derecha sufrido por Carrillo obligó a Domínguez a introducir a Boselli en su reemplazo durante el entretiempo. Mauro Méndez, delantero restante que tenía el entrenador en el banco de suplentes, también ingresó en la previa a un complemento en el que tenía la necesidad de torcer la historia. La apuesta traería dividendos inmediatos para Estudiantes: Zuqui apuró el envío de un tiro de esquina, Gastón Benedetti lanzó un centro al segundo palo, Rollheiser la bajó y Boselli, en su primera intervención, escribió el enésimo capítulo de la “Ley del Ex” al anotar el 2-2.

Envalentonado por una mayor frescura física, generada a partir de la superioridad numérica, el conjunto platense volvería a pegar en el minuto 19 del segundo tiempo. Rodríguez lanzó una pelota hacia el área y allí se produciría una verdadera carambola: el rechazo de Marcos Rojo rebotó en Barco y la pelota salió disparada hacia el arco. El cruce desesperado de Figal solamente sirvió para empujarla hacia la red y generar la locura en los simpatizantes del Pincha, que se aproximaban a su primera Final en la competencia. Boca reaccionó por intermedio de un tiro libre de Barco que exigió una gran respuesta de Andújar pero, en una acción siguiente, Romero sostuvo la ilusión del empate con una atajada sobre el ingresado Eros Mancuso. Desenlace incierto en Córdoba.

Una aproximación gestada entre las dos últimas cartas utilizadas por Herrón (el centro de Luca Langoni no llegó a ser conectado por Darío Benedetto) fue el intento final de un Boca que perdió un invicto de 17 encuentros en la competencia (curiosamente, su última derrota en los 90 minutos había sido en la misma sede y ante Gimnasia, el clásico rival del Pincha) y, al igual que en la décima edición, fue eliminado en Semifinales. Opuesta es la sensación de Estudiantes. De la mano de un Domínguez que, en su rol como entrenador, buscará repetir el título obtenido durante su etapa como jugador en Huracán; y con el aporte invalorable de referentes como Andújar, Boselli y Carrillo, volverá a disputar un encuentro decisivo después de 13 años.