CFK acusó a Milei de “someter al pueblo a un sacrificio inútil”
La expresidenta encabezó un acto en Quilmes junto a Mayra Mendoza.
En la previa a la reaparición pública de Cristina Kirchner había gran expectativa entre propios y ajenos. La exvicepresidenta realizó su primer discurso desde que Javier Milei asumió la presidencia y dejó muchos mensajes y títulos. Hubo fuertes críticas a las políticas del gobierno libertario, pero también un claro mensaje ordenador para la interna peronista.
La palabra de CFK era esperada entre sus fieles, pero también en el oficialismo y sus aliados, que aprovechan sus apariciones para volver a confrontar con ella y el kirchnerismo, y así fortalecer parte de su propio relato. Para unos y otros, el discurso de poco menos de hora y media cumplió su cometido.
Como se preveía, el inicio de la alocución de la exvicepresidenta estuvo enfocado en cuestionar a la gestión de Milei. “Es un experimento anarcocapitalista y un sacrificio inútil al que está siendo sometido nuestro pueblo”, apuntó Cristina Kirchner desde la inauguración del microestadio Presidente Néstor Kirchner, en Quilmes.
En la misma línea, la dos veces presidenta añadió: “Siento como si estuviésemos en el juego de la oca y hubiésemos retrocedido al punto de partida”. Además, le reclamó al Gobierno “un golpe de timón urgente”, ya que consideró que “no tiene un plan de estabilización, solo un plan de ajuste”.
“Nos quieren presentar a 21 años de la Argentina que recibimos en 2003, las mismas políticas. La Ley de Bases que se va a tratar propone privatizaciones, reforma laboral, etc”, explicó Cristina Kirchner. Además, señaló que “todo era privado en 2003, hasta las jubilaciones”, chicaneó sobre el tan mentado déficit 0: “En los 6 años que hubo superávit fiscal, gobernaba Néstor Kirchner y quien les habla”.
En este sentido, CFK graficó: “De todos los países del mundo, solo 3 tienen superávit fiscal. El más grande del mundo es el de Estados Unidos. Pero tienen la maquinita de los dólares y unos cuantos portaviones”.
Sin embargo, la exvicepresidenta aclaró: “Nadie desconoce la legitimidad del Presidente. Pero el voto popular debe validarse con la gestión”. Y advirtió: “Te puede haber votado el 60% de los votos, pero si después en tu gestión la gente se caga de hambre y no puede llegar a fin de mes, ¿de qué te sirve?”.
“Nadie quiere que le vaya mal, porque si le va mal le va mal a todos los argentinos”, indicó CFK al tiempo que envió un fuerte mensaje a propios y ajenos: “Si quiere convertir al país en un lugar al que le extraigan todas las riquezas, sin industrias, ahí voy a estar para defender a la patria. De colonia otra vez, no”.
Más allá de las críticas al Gobierno, era esperada su posición dentro de la interna en la que está sumergido el peronismo desde la derrota en el balotaje -y antes también- del 2023. Aseguró que “el movimiento nacional es amplio, hay peronistas no kirchneristas y kirchneristas no peronistas. Y estoy yo que soy peronista, pero me llamo Kirchner. Y no me voy a sacar el apellido, ni se lo voy a sacar a nadie”.
El descargo hace referencia a las críticas que recibe su hijo Máximo, cuestionado en su rol como presidente del PJ bonaerense y enfrentado con el gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof. El dato, el mandatario estuvo sentado en la primera fila del acto, mientras que el diputado nacional se ubicó varios asientos más atrás.
“No podemos ir a los canales de televisión, a otro compañero, vayan a hablar de estas cosas, de los precios, de la guita que no alcanza”, ordenó Cristina Kirchner. Y aseveró: “Están discutiendo a ver cómo le cambian la vida a los dirigentes, hay que pensar en cambiar la vida a la gente”.
Por último, sentenció: “Aunemos esfuerzos, se lo pido a todos los compañeros. Que cada compañero tiene el bastión de mariscal no es para que se lo pegue en la cabeza a otro compañero, es para explicar estas cosas ante la sociedad”. “Es necesario rediscutir el país que queremos y tenemos. Es una responsabilidad que tenemos también como oposición”, finalizó.