La calurosa tarde del martes entregó un espectáculo caliente en el Pedro Bidegain. Es que San Lorenzo y Estudiantes se vieron las caras en la continuidad de la fecha 21 de la Liga Profesional y el pleito entregó varias curiosidades. Los esquemas mezquinos de ambos entrenadores llevó a que el choque sea más friccionado de lo habitual, aunque el Pincha intentó imponer condiciones con las intervenciones de José Sosa, Santiago Ascacibar y Gastón Benedetti.
De no haber sido por las notables respuestas de Gastón Chila Gómez, el conjunto de La Plata se hubiera puesto en ventaja de forma prematura. El ex arquero de Vélez y Racing salvó al Ciclón en un par de ocasiones que pudieron cambiar el destino del partido. El sacrificio de Jhohan Romaña fue otra de las razones que explicaron la paridad durante la etapa inicial.
Dicen que en el fútbol no existe la lógica. Y lo que sucedió en el Nuevo Gasómetro fue un claro ejemplo de ello. Cuando los de Miguel Ángel Russo no habían hecho absolutamente nada para abrir el marcador, Ezequiel Cerutti logró escapar por el sector derecho para enviar un preciso centro a la cabeza de Iván Leguizamón y el paraguayo durmió a la defensa del León. El cabezazo potente que le cambió el palo a Matias Mansilla dejó sin posibilidades al arquero del conjunto platense. Y en las tribunas explotó una fiesta.
Antes de que los protagonistas se fueran al descanso los de Eduardo Domínguez emparejaron el pleito con una triangulación perfecta. La exquisita pegada de Gabriel Neves a la espalda de Elías Baez le permitió a Alexis Manyoma picar a toda velocidad para abastecer a Joaquín Tobio Burgos cuando el Chila Gómez salía a presionarlo en el mano a mano. Fue entonces cuando el juvenil tocó ante un arco vacío y celebró el 1 a 1.
En el complemento, San Lorenzo se quedó en inferioridad numérica por la expulsión de Elián Mateo Irala por una violenta infracción contra Mansilla. Y a pesar de las adversidades, terminó su compromiso en el área de Estudiantes con Romaña y Gastón Campi buscando la heroica mediante la vía aérea. Sin embargo, la repartición de puntos generó el reproche generalizado y desde las tribunas se escucharon insultos hacia sus propios jugadores. En el Bajo Flores, el empate dejó un sabor amargo en ambos equipos.