
Envalentonado por un fuerte respaldo en las últimas elecciones, Daniel Noboa comenzará este sábado su segundo mandato presidencial en Ecuador con dos desafíos urgentes que marcarán el éxito o el fracaso de su gobierno.
Por un lado, combatir la creciente irrupción del narcotráfico y el crimen organizado que convirtió al país en el más violento de la región; y por el otro, apuntalar la alicaída y dolarizada economía local.
La difícil realidad del país le augura un segundo período de gobierno complejo y bajo la presión de la influyente oposición correísta que insiste con su acusación de fraude y denuncia una fuerte persecución política.