El PRO de la Ciudad de Buenos Aires renovó autoridades y el jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri asumió como presidente. Lo secundará su vicejefa, Clara Muzzio, y el resto de las funciones se repartió entre dirigentes cercanos al macrismo y los que responden a Patricia Bullrich. En línea con su decisión en el partido nacional, Horacio Rodríguez Larreta no participó del reparto de cargos.
Jorge Macri reemplazó en la presidencia a Claudio Romero, legislador porteño cercano a Rodríguez Larreta, que mantiene un perfil bajo, tras la derrota en las PASO del año pasado.
La nueva estructura del PRO porteño se acordó pese a la fuerte interna que enfrenta al expresidente Mauricio Macri -actual titular nacional del partido- y a la ministra de Seguridad del Gobierno de Javier Milei, por el vínculo con La Libertad Avanza y las ideas cruzadas sobre mantenerse como socios o fusionarse.
A diferencia de su primo, el jefe de Gobierno porteño mantiene una buena relación con el bullrichismo, bajo la premisa de no tensar los vínculos con el Presidente y hacer peligrar los recursos de la CABA.
El expresidente, que le garantizó a Milei los votos para la Ley Bases y el paquete fiscal, prefiere sostener una relación de socios políticos, para que el PRO no pierda su identidad, además, para no ser arrastrados a una derrota, si los planes no resultan como LLA espera.
En cambio, Bullrich, que forma parte del Gobierno nacional en un cargo clave, se acerca cada vez más a la idea de la fusión, pese a las críticas que de la propia estructura del partido.