ECONOMIA

Yacimientos Carboníferos de Río Turbio

El Gobierno busca atraer el interés chino a través de Gezhouba, cabeza de la UTE que construye las represas patagónicas.

La designación de Aníbal Fernández como interventor de Yacimientos Carboníferos de Río Turbio (YCRT) sorprendió al mundo político y, en particular, a la llamada “Cuenca Carbonífera”, sede de la empresa fundada en 1958 como “Yacimientos Carboníferos Fiscales”.

“Es una figura políticamente fuerte que tendrá que resolver problemas como el de sectores sindicales ligados a Matías Mazú (el diputado provincial kirchnerista). YCRT no puede funcionar con turnos de 6 horas, una inmensa cantidad de feriados y otras condiciones bajo las cuales es imposible que una mina produzca eficientemente”, dijo Mario Capello, ex Gerente de Explotación de la empresa, cuyo status jurídico es desde 2002 el de una “hacienda productiva” bajo la órbita del ministerio de Desarrollo Productivo que encabeza Matías Kulfas.

Más allá de eventuales tareas vinculadas con la política y el mundo judicial, el ex jefe de Gabinete, ex ministro del Interior, ex Senador Nacional, ex ministro de Producción (en la presidencia interina de Eduardo Duhalde), ex secretario general de la gobernación bonaerense, ex intendente de Quilmes y –el año pasado- precandidato a Concejal de Pinamar, tendrá el desafío de avanzar uno de los proyectos que el kirchnerismo anunció con bombos y platillos pero que nunca estuvo siquiera cerca de concretar.

Ya en diciembre, según consignaron medios santacruceños ligados al gobierno provincial, la gobernadora Alicia Kirchner había reclamado al presidente de la Nación, Alberto Fernández, que designe al nuevo interventor de YCRT. Su candidato era Carlos Zannini. Pero la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner prefirió a Zannini en la Procuraduría del Tesoro de la Nación para que sea jefe del cuerpo de abogados del Estado.

El propio Aníbal Fernández dijo que se enteró de la designación por llamado de Alicia Kirchner y que el presidente le pidió “que ponga todo a funcionar”, desafío que –agregó– afrontará sin problemas porque “cuando tenés disciplina intelectual hacés la diferencia”.

Además, en la semana que pasó, la vicepresidente visitó la obra de las represas sobre el río Santa Cruz, en compañía no sólo de la gobernadora y parte de su gabinete; también estuvo allí Gerardo Ferreyra, uno de los dueños de Electroingeniería, quien estuvo detenido en la causa de los Cuadernos. Electroingeniería es uno de los socios locales (el otro es la mendocina Hidrocuyo) de la UTE Represas Patagonia, que encabeza la china Gezhouba Group Corporation, que detenta 70% de las acciones y es el principal inversor y financista en las represas.

La idea del gobierno provincial sería terminar, vía Gezhouba o algún otro grupo chino y con palanca del gobierno nacional, la “Megausina termoeléctrica” de Río Turbio. Para ello, el actual jefe de Gabinete y ex ministro de Producción de Alicia Kirchner, Leonardo Álvarez –señalado en su momento por el senador opositor Eduardo Costa porque una empresa de su familia, Transporte Álvarez, prestó servicios para la UTE encabezada por Gezhouba– constituyó un área de “Relaciones Internacionales”.

La apuesta por China tiene larga data: comenzó con un muy promocionado pero finalmente nonato “megapréstamo” de 20.000 millones de dólares en 2004 y tuvo expresiones concretas en el primer “canje de monedas” que engordó las reservas del Banco Central, en la concesión por 50 años de un área de 200 hectáreas en Neuquén, para la construcción de una “Base Espacial China” cuya actividad está exenta de impuestos, y en las represas patagónicas.

Más arduo será que los chinos terminen la “megausina” prometida en Río Turbio y logren que YCRT alcance estándares de productividad internacionales.

Publicaciones relacionadas

Botón volver arriba
advanced-floating-content-close-btn

VER NOTICIAS LOCALES