El riesgo país que se dispara 10% y supera los 4.400 puntos
Los bonos argentinos también reciben castigo y la prima de riesgo no encuentra techo.
En una rueda bajista para las plazas financieras del mundo, los precios de los bonos y acciones argentinos operados en el exterior acusan nuevas pérdidas, a pesar del feriado puente que en los mercados locales interrumpe la operatoria hasta el miércoles.
En otra jornada que se extiende en pérdidas, el Riesgo País de JP Morgan trepa 10,9% o más de 400 unidades para la Argentina, a 4.453 puntos básicos, un máximo desde 2005.
En el feriado local hay poca operación de bonos argentinos, pero igual se ven afectados por el mal clima externo mientras que el Riesgo País se amplía por una nueva baja de la tasa de los bonos del Tesoro de los Estados Unidos, ahora en 0,759% para las emisiones a diez años.
La Reserva Federal de los EEUU convocó este lunes a una tercera reunión de emergencia para combatir el impacto económico del coronavirus y dio a conocer una serie de medidas sin precedentes que ampliarían los esfuerzos del banco central norteamericano para calmar a los mercados de deuda corporativa.
Con la turbulencia financiera sin pausa desde febrero, la Fed amplió el alcance de sus compras de activos bajo un renovado programa de flexibilización cuantitativa y anunció cuatro nuevas medidas para darle sostén a las acciones y los bonos privados, después de una pérdida de 35% en promedio acumulada desde el pasado 12 de febrero.
La semana pasada la compañía líder de viajes en línea en América Latina anunció el rl retiro de sus proyecciones para el primer trimestre de 2020, proporcionada a fines del año pasado, ya que el alcance y la duración de COVID-19 y el impacto que tendrá en la industria de viajes son difíciles de predecir en este momento.
Como muchos países emitieron restricciones de viaje y vuelo para mitigar las consecuencias de la propagación del coronavirus, el mercado de viajes se deterioró más de lo previsto en aquel momento.
La Fed precisó que compraría una cantidad ilimitada de bonos del Tesoro y títulos respaldados por hipotecas para apoyar el mercado financiero, además de adquirir activos “en las cantidades necesarias” para sostener las valuaciones y la transmisión efectiva de la política monetaria.
La Fed había establecido previamente un límite de USD 700.000 millones para la compra de activos y el impulso de programas de préstamos por USD 300.000 millones para apoyar a las empresas afectadas por las restricciones que afectan la actividad económica norteamericana.