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Conocé el protocolo que permitió organizar un evento de gran nivel artístico

El show final de la Semana de las Juventud, tuvo un estricto protocolo sanitario, pensado para proteger a quienes trabaja.

El objetivo era poder celebrar el 21 de septiembre, pero adaptar el festejo al contexto en el que vivimos, no solo en nuestra provincia, sino el mundo entero. En ese sentido, la propuesta desde el Ministerio de Desarrollo Humano y Promoción Social fue clara: preservar la salud de cada uno de los participantes del evento, tanto de los que trabajaban, como de quienes actuaban arriba del escenario.

Absolutamente toda la actividad se llevó adelante bajo un estricto protocolo sanitario aprobado por el Ministerio de Salud Pública. El mismo, incluía distancia social entre los pocos involucrados dentro del equipo técnico y de sonido, como así también de los proveedores de los distintos servicios. Para esto, personal de la Dirección de Juventudes, junto con un equipo de la empresa de limpieza, se encargaron todo el tiempo de desinfectar los espacios que se utilizaban, mientras duró el show y de proporcionar alcohol en gel a cada persona que ingresaba al predio.

En cuanto a los artistas que se presentaron, cabe mencionar que nunca coincidieron físicamente en el lugar, ya que cada banda al llegar debía dirigirse al escenario (previamente desinfectado), tocar sus temas e inmediatamente después eran trasladados fuera del predio. Solo cuando todo el lugar se encontraba completamente desinfectado, se producía el ingreso de la siguiente banda.

Del evento participaron de manera permanente, los equipos de filmación y sonido, personal de la dirección, fuerzas de seguridad, personal de salud y de limpieza. Cada grupo distribuido en el espacio otorgado para realizar el evento. Grupos reducidos y manteniendo en todo momento la distancia social obligatoria. Al mismo tiempo, cada persona que ingresó al complejo, debió utilizar cubreboca de manera permanente.

El protocolo de COVID-19 aprobado por Salud Pública es muy estricto para la realización de eventos artísticos. Los artistas mostraron mucha cooperación al encontrarse que, al bajar de la movilidad, sus instrumentos eran desinfectados, medidas sus temperaturas, anotados sus datos personales y recién podían acceder al escenario. Entre banda y banda, se realizaba cambio de micrófonos para efectuar la desinfección, el piso del escenario también era satinizado y los músicos que no formaban parte de las voces, debían permanecer con los barbijos puestos todo el tiempo.

Otro punto es el servicio de catering, el cual debía ser servido de manera individual, de manera personalizada, es decir que debía ser entregado en mano, no se podía compartir y con un correcto manejo de residuos. A la hora de comer, no se podían compartir los espacios y se aplicó el protocolo de restoranes para el uso del parador Puerto Aventura, que permitía utilizar mesas de sólo cuatro personas.

De esta forma, el evento pudo transcurrir como estaba planificado y el gobierno provincial pudo demostrar que con respeto a las normativas y protocolos, es posible organizar actividades, virtuales aún, que cuiden a la población y a quienes trabajan para poder llevarlos a cabo.

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