Fernando Moya de organizar recitales más importantes de Argentina a promocionar talentos del criptoarte
Es uno de los productores de entretenimientos más conocidos.
Es el rey del espectáculo en Argentina. Inició su carrera a fines de la década del 80 con unos amigos del secundario y desde entonces fue parte responsable de las visitas internacionales más importantes: Paul McCartney, los Rolling Stones, Madonna, Elton John, Phil Collins, AC/ DC, Metallica y Lady Gaga, entre otros. También trajo a los teatros argentinos las obras más aclamadas de Broadway como Chicago, Cabaret y Los Miserables (en los años noventa).
En 2004, junto al productor Diqui James fundó la compañía Fuerza Bruta con la que exportó shows a 50 ciudades en tres continentes y en 2010 organizó los festejos por el Bicentenario de Argentina. Además, fue productor y manager de los artistas argentinos más importantes: Mercedes Sosa, Charly García, Fito Páez, Andrés Calamaro y Divididos, y también produjo algunos conciertos de Soda Stereo. De su mano llegaron los shows más arriesgados de Cirque du Soleil (Alegría, en 2010, y Varekai, en 2012, o Corteo, en 2014) y produjo artistas de Disney como la que más convoca al público infantil, Violetta.
Fundó su propia productora en 2001: cuando el país entraba en una de las mayores crisis económicas, él comenzaba a brillar en Londres. Entre 2010 y 2016 fue director de Entretenimientos de T4F (Time For Fun), una compañía brasileña enfocada en conciertos, teatro y otros eventos artísticos en Brasil, Argentina y Chile. Ahora, aggiornándose a los tiempo (y tecnologías) que corren lanzó desde Ozono Producciones “NFT Music Project Argentina”, una convocatoria abierta a músicos, performers, diseñadores de moda y artistas digitales que quieran entrar en el mundo cripto.
“Me parece importante que la gente crea en estas cosas, en estos proyectos nuevos completamente y que aún no terminamos de comprenderse del todo, como pasó hace unos 5 años con los bitcoins. Con el tiempo a la gente le va a interesar más”, asegura el productor que inició su camino organizando fiestas colegiales sin pensar en el mercado, pero sí seguro de que por allí estaría su futuro. No se equivocó.