La crisis en Ucrania amenaza el futuro del gasoducto Nord Stream 2
El canciller Olaf Scholz y funcionarios del Gobierno teutón afirman que una invasión de las tropas del Kremlin pondría en riesgo el funcionamiento del megaproyecto.
La crisis de Ucrania ha creado un debate en torno a las intensas relaciones entre Berlín y Moscú en el ámbito energético y al futuro del gasoducto Nord Stream II, que muy probablemente no empezará a funcionar en caso de una invasión rusa de ese país.
El gasoducto ha generado discusión política prácticamente desde su gestación justamente por el temor, sobre todo en el este de Europa, de que la Unión Europea (UE) llegase a tener una excesiva dependencia energética de Rusia.
La crisis en Ucrania ha agravado las cosas ya que la tesis que había defendido el Gobierno alemán de que el gasoducto es un proyecto puramente empresarial se ha resquebrajado.
La ministra de Exteriores, Annalena Baerbock, es dentro del Gobierno quien se ha expresado con más claridad al decir ante el parlamento que, en caso de una agresión rusa contra Ucrania, “tenemos a disposición una gama de respuestas que incluyen a Nord Stream II”.
El canciller, Olaf Scholz, ha sido menos claro pero ha recordado el acuerdo que hay con Estados Unidos sobre el funcionamiento del gasoducto, lo que implica de hecho la posibilidad de impedir que empiece a funcionar si hay un ataque ruso a Ucrania.
Las voces que llegan desde los grupos parlamentarios de los partidos de Gobierno son más claras y así, por ejemplo, la presidenta de la Comisión de Defensa, Marie-Agner Strack Zimmermann, dijo este viernes a la televisión pública que Nord Stream II no empezará a funcionar mientras haya peligro de guerra en Ucrania.