Santiago Peña: “Trabajaremos con Estados Unidos en la lucha contra la corrupción y el narcotráfico”
El presidente electo de Paraguay habló sobre la relación bilateral que mantendrá con Washington pese a las sanciones que pesan sobre Horacio Cartes, líder del Partido Colorado.
Santiago Peña se sienta en el living de su casa en Asunción. Detrás suyo, sobre la chimenea, una imponente pintura del reconocido artista plástico paraguayo Koki Ruiz ofrece un perfume patrio a la sala. Se trata de una representación de los Niños Mártires de Acosta Ñu, una masacre perpetrada el 16 de agosto de 1869 cuando la Guerra de la Triple Alianza comenzaba su camino final. En esa batalla desigual, ante la falta de soldados adultos, debieron pelear niños y mujeres contra las tropas brasileñas. Es una de las mayores heridas en la historia del Paraguay -que se conmemora cada año- y que el flamante presidente electo tiene presente a cada paso.
Peña no esquivó ningún tema mientras duró la entrevista con Infobae. Fue crítico del actual presidente Mario Abdo Benítez -su rival interno dentro del amazónico Partido Colorado-, a cuya administración cuestionó severamente en el camino a las elecciones. Esa campaña la hizo de la mano de Horacio Cartes, ex mandatario paraguayo sancionado por los Estados Unidos. Sobre este punto controversial, el economista de 44 años aclaró: “Ese tema no afectará las relaciones bilaterales”. También dijo que habló por teléfono con el embajador norteamericano, Marc Ostfield, la misma noche del domingo, cuando fue declarado vencedor en las urnas.
Pero no sólo se detuvo en cuestiones diplomáticas. Peña profundizó y adelantó que combatiría la corrupción y el narcotráfico junto a los Estados Unidos. “He hablado con varios representantes del gobierno americano en los últimos días y les he reiterado mi total predisposición de trabajar en aquellas áreas que son de interés común como la lucha contra la corrupción, la lucha contra el narcotráfico, el fortalecimiento institucional”, aclaró.
“Los paraguayos votaron por un país que quiere progresar. Un país que necesita salir de esta situación de estancamiento económico. Los paraguayos votaron en contra de un discurso de odio, un discurso de división”, dijo Peña al inicio de la charla, en referencia a sus principales rivales, Efraín Alegre y Paraguayo Cubas. “Los paraguayos quieren avanzar, no quieren aferrarse al populismo”, sentenció. Y reflexionó sobre su rivalidad con Abdo Benítez: “Fui probablemente la voz más crítica que tuvo este gobierno y esa es una de las características que tiene el Partido Colorado, un partido tan grande que es capaz de ser gobierno y ser oposición al mismo tiempo”.
Ex ministro de Hacienda de Cartes, Peña sabe que gran parte de su gestión será evaluada de acuerdo a los resultados económicos que exhiba durante los próximos años. “El gran desafío es que la buena macroeconomía de Paraguay (…) permee a las clases más vulnerables”. Así, señaló que la creación de empleo está entre sus “mayores obsesiones para los próximos cinco años”. El presidente electo cree que es el mejor remedio para combatir otros índices preocupantes, como el de inseguridad. El ahora referente del Partido Colorado se muestra preocupado y decidido a dar vuelta una dura estadística: Paraguay es el país -junto a Bolivia- con el PBI per cápita más bajo de Sudamérica.
Peña también vaticinó que para conseguir esos logros será clave lograr “tasas de crecimiento chinas”. Fue allí cuando se le planteó que el comercio era fundamental para la nación y se puso sobre la mesa el Mercosur. “Tenemos que reconocer también que después de 32 años, nuestros países no son los mismos países que en el año 1991. Por lo cual tenemos que ajustar al Mercosur a nuestros nuevos tiempos”, dijo.
El presidente electo dedicó además varios minutos a un tema sensible. Su vínculo con Beijing y Taipei. Anticipó que mantendrá una relación “muy buena” con el régimen chino en tanto es uno de los mayores socios comerciales del país. “Paraguay es un buen amigo de todos. Paraguay necesita insertarse en el mundo, pero 66 años de historia, de relación, de un vínculo afectivo pero principalmente sólidos principios y valores democráticos son los que nos permiten augurar que los próximos años también mantendremos una muy buena relación con Taiwán”, aclaró y subrayó: “Tratamos de estar lejos del conflicto pero muy cerca de nuestros amigos y de nuestras relaciones históricas”.
Por último, Peña habló de dos temas estratégicos para la región: la Hidrovía y la red de 5G. Sobre el primero, dijo creer que los cinco países que dependen en mayor o menor medida del dragado de los canales navegables que conectan con el Océano Atlántico deben reunirse para determinar cómo se debe articular política y comercialmente esa vía. “Voy a ser el principal articulador de esta discusión que, obviamente, tiene una base económica. Tengo las condiciones, el conocimiento y la experiencia para sentarme con los presidentes y avanzar en esa agenda”, adelantó.
La Hidrovía podría ser un arma de extorsión poderosa si cae en manos de China: el 90% de las importaciones y exportaciones paraguayas dependen de esa vía navegable. Un banco de arena en la unión de los ríos Paraguay y Paraná sería catastrófico para la economía del país. Frenaría también parte del comercio brasileño y boliviano. La presión para que Asunción, por ejemplo, rompa lazos diplomáticos con Taiwán sería insoportable e incluso también provendría de sus países vecinos.
Respecto al tendido de una red 5G, Peña indicó que si bien Paraguay es un país con un avance importante en telecomunicaciones, su espacio político aún no tomó una posición clara respecto a lo que decidirán. “Estamos mirando con mucha atención el avance de la tecnología, principalmente en 5G cuál es la experiencia que están teniendo varios de los países de la región y esatremos evaluando”, dijo.