La querella pidió 22 años de prisión para José Alperovich
Los abogados Pablo Rovatti y Carolina Cymerman alegaron en el debate que se lleva adelante contra el exgobernador de Tucumán.
Este lunes comenzó la etapa final del juicio a José Alperovich, con los alegatos de la querella, integrada por los abogados Pablo Rovatti y Carolina Cymerman, quienes pidieron 22 años de prisión para el exgobernador de Tucumán, acusado de nueve hechos de abuso sexual. Además, solicitaron que quede detenido con prisión preventiva en caso de ser condenado.
De este modo, el tribunal deberá resolver hoy si el exgobernador puede regresar a Tucumán, o si deberá permanecer en Buenos Aires vigilado por una custodia del Poder Judicial hasta el día del veredicto.
“En este juicio pudimos acreditar que Alperovich es culpable de todos los hechos denunciados. Pedimos que se lo juzgue bajo la calificación de abuso sexual con acceso carnal reiterado en seis oportunidades, en concurso real con abuso sexual gravemente ultrajante”, expresó Rovatti. Para la querella, “los hechos 1, 3 y 5 configuran un solo hecho”.
Cymerman fue la primera en exponer sus argumentos y aseguró: “Durante todo el debate pudimos acreditar que Alperovich cometió múltiples hechos de abuso sexual”.
La letrada, que integra la acusación también junto a Esteban Galli, contó que los supuestos abusos que se le imputan “son de variadas naturalezas y ocurrieron en domicilios de Buenos Aires y Tucumán. También en los automóviles de Alperovich en los traslados a distintas visitas en la provincia”.
“Para dar mis argumentos, voy a tomar el testimonio de la víctima, que representan una prueba de cargo fundamental en casos de violencia sexual. El acusado llevó a cabo durante todo este tiempo una brutal campaña de desligitimación de la denuncia”, sostuvo.
“Yo creo que en este lugar, la voz de la denunciante y su palabra van a cobrar vida. Ella, que declaró por más de 5 horas, con un embarazo avanzado, aportó precisiones y detalles del hecho, algunos escabrosos, mientras que el acusado pretendió instalar que se trató de un relato armado”, agregó la abogada.
Cymerman dio detalles pormenorizados del testimonio de la denunciante, relató lo que vivió entre los años 2018 y 2018, y desacreditó los dichos de Alperovich durante su declaración de la semana pasada.
“La denunciante aseguró que a ella le ofrecieron integrar el equipo de campaña y esto no coincide con el relato del acusado que dijo que fue ella la que se acercó a su hija Sarita para pedirle sumarse al equipo. Fue durante un evento, en un encuentro casual, que le pidieron incorporarse”, explicó.
“Ella trabajaba en la administración pública y Alperovich le dijo que no podía estar en ambos espacios. Entonces, le preguntó a su papá si podía ir a trabajar con él, y le respondió: sos boluda, andá, si es tu tío. La sangre no se hace agua. Por eso, decidió sumarse, por la confianza del vínculo familiar, aunque no habían tenido contacto previo”, confió.
“La víctima se sintió en familia, entró en confianza, sintió que el espacio era seguro. Lo siniestro aparecería unos días después, durante un viaje a Buenos Aires, a donde ella fue con la ilusión de progreso profesional, pero Alperovich borró todo de un plumazo. Ella siempre tuvo en claro sus intenciones, él también y era someterla sexualmente”, agregó.
Según la querella, los hechos se repitieron en un domicilio de Tucumán, alguno de ellos de gravedad, y también en los autos particulares con lo que Alperovich hacía visitas en distintas ciudades de la provincia.
Por más de cuatro horas, Cymerman hizo un recuento de los testigos que pasaron por el Tribunal Oral en lo Criminal N°29 de CABA, entre ellos la ginecóloga que constató lesiones sexuales en la denunciante, la psicóloga que advirtió “secuelas traumáticas”, los extrabajadores de audiovisual de la campaña que confirmaron las actitudes machistas por parte del acusado, y también mencionó las declaraciones de los familiares de ambas partes.
Tras ello, tomó la palabra Pablo Rovatti, otro abogado que integra la querella, y desacreditó el descargo que Alperovich durante su declaración la semana pasada, cuando decidió hacer uso de la última palabra y aseguró que se trataba de “una denuncia armada”.
El letrado también enumeró las pruebas que se presentaron en favor del imputado, las refutó, y mencionó a los testigos que están acusados de falso testimonio, David Cayata, Carlos Frías y Victor Decataldo, quienes habrían intentado beneficiar al acusado.
Tanto Rovatti como Cymerman cuestionaron duramente a las peritos de parte que analizaron psicológicamente a la denunciante, y pidieron elevar un informe al Ministerio de Salud para evaluar las actuaciones en el juicio. “Fallaron en su rol como peritos e incurrieron en una grave falta ética profesional”, dijo el abogado.
Al cierre de los alegatos, el pedido de la querella fue de 22 años de prisión: “Alperovich es culpable de todos los hechos denunciados. Pedimos que se lo juzgue bajo la calificación por abuso sexual con acceso carnal reiterado en seis oportunidades, en concurso real con abuso sexual gravemente ultrajante”, expresó Rovatti.
“Hubo sometimiento por parte del acusado hacia su sobrina y excolaboradora, a quien abusó sexualmente en reiteradas oportunidades, y su conducta posterior a los hechos, para humillarla y deslegitimarla, fue grave. También abusó de su enorme poder como gobernador y senador. Todos son agravantes y no hay nada para valorar como atenuante”, acotó.
Este lunes se espera también que el fiscal Sandro Abraldes de su alegato. El funcionario, durante todo el debate, intentó indagar respecto al supuesto abuso de poder y violencia de género que habría ejercido el exsenador contra su sobrina y colaboradora en la Cámara de Senadores.
La última en tomar la palabra será la defensa, encabezada por Augusto Garrido, que deberá presentar sus argumentos el miércoles 12. El abogado sostiene que no hay pruebas suficientes que respalden la denuncia y buscará la absolución de Alperovich, próximo a cumplir 70 años.