Uruguay se prepara para una elección presidencial muy pareja
Hay 2,7 millones de uruguayos habilitados para votar y se estima que lo hará el 89% del padrón.
En Montevideo nadie se anima a decir quién ganará las elecciones presidenciales de este domingo en Uruguay. Los seguidores del Frente Amplio están convencidos de que será su candidato, Yamandú Orsi, mientras que los del Partido Nacional sostienen que lo hará Álvaro Delgado, el líder de la coalición oficialista.
Si bien las calles de la capital uruguaya tienen afiches, banderas y cartelería con la cara de los dos candidatos que definirán la segunda vuelta electoral -que se presume muy pareja- a la presidencia por los próximos cinco años, la expectativa política que se respira es baja.
“Tenemos que recalcar la convivencia democrática y todos sabemos que, sea quien sea el próximo presidente, los uruguayos seguiremos manteniendo una convivencia pacífica y viendo el futuro de nuestro país”, expresó Álvaro Rodríguez, un militante del Partido Colorado, que en estas elecciones apoyó a la coalición compuesta junto con el Partido Nacional.
Las palabras de este simpatizante reflejan el sentir de los uruguayos en general. Banderas del Frente Amplio se entremezclan con las del Partido Nacional en las principales intersecciones de Montevideo. El mismo escenario se observa en el resto del país.
Se espera que por lo menos un 89% del padrón se acerque a votar, una participación que podría ser histórica. Las principales preocupaciones que hoy tienen los uruguayos residen en la cuestión de la inseguridad.
Esta es la principal bandera de campaña del candidato Orsi, que se replica en los testimonios de decenas de personas consultadas por TN. “La inseguridad pasó a ser una preocupación central en el día a día para todos nosotros”, aseguran esos ciudadanos.
Este ha sido tal vez el único tema fuerte en la agenda que se suma a la cuestión económica y a la educación. Las últimas encuestas arrojan que el resultado podría llegar a ser muy apretado. Inclusive, la mayoría de ellas hablan de un empate técnico, con una diferencia inclusive menor a un punto.
Hay 2,7 millones de uruguayos habilitados para votar y los principales consultoras adelantan que la elección podría llegar a definirse hasta por una diferencia de entre 30.000 y 40.000 votos.
Tan ajustado es el resultado que los militantes, en las últimas horas previas a la elección, se lanzan a la calle para repartir boletas, convencer a los indecisos y empujar a que los que tienen dudas de ir a votar lo hagan.