POLITICA

Schiaretti y Urtubey aceleran el armado del PJ disidente

El gobernador de Córdoba y el exmandatario de Salta apuestan a ir sumando volumen al espacio “antigrieta” a medida que avance el calendario electoral y se vayan resolviendo los comicios provinciales.

Surfeando los márgenes de la “grieta”, en busca de fisuras y derrames: con un esquema de “división de tareas”, el gobernador peronista de Córdoba, Juan Schiaretti, y el exmandatario peronista de Salta Juan Manuel Urtubey aceleran el armado del frente peronista no kirchnerista. Al ritmo del calendario electoral y especialmente atentos las elecciones en las provincias, ambos referentes apuestan a ir ganando volumen entre los mandatarios del PJ, la dirigencia sindical y referentes desencantados de las dos grandes coaliciones políticas.

El mandatario cordobés estuvo especialmente activo en las últimas tres semanas. A fines de marzo, recibió en su provincia a sus pares de Entre Ríos, Gustavo Bordet y de Santa Fe, Omar Perotti. Los dos dieron señales recientes de distanciamiento con el Frente de Todos y el kirchnerismo: el senador entrerriano Edgardo Kueider fue uno de los 4 peronistas que rompieron con la bancada oficialista en la Cámara Alta -sede del poder de Cristina Kirchner. El mandatario santafecino acumula choques con el Gobierno nacional por el manejo de la escalada narco en la provincia.

En cualquier caso, se trató de una señal más que preocupa en el Ejecutivo nacional de cara a las elecciones presidenciales. Otro gobernador, Alberto Rodríguez Saá, de San Luis, ya había mostrado claras intenciones de sumarse al espacio “anti-grieta” en enero. Y Schiaretti también empezó a moverse en la provincia de Buenos Aires.

Mantuvo un encuentro con los equipos políticos y técnicos de Roberto Lavagna, que integran, entre otros, referentes bonaerenses como Alejandro “Topo” Rodríguez, jefe del Interbloque Federal en Diputados. Al igual que en el Senado, el peronismo disidente busca sumar peso en la Cámara Baja, pensando además en una derrota oficialista nacional en diciembre y una posterior desbandada peronista en el parlamento, con los sectores mas tradicionales del PJ alejándose del kirchnerismo duro.

En el principal distrito electoral, Schiaretti y Urtubey también se recuestan en el diputado y exministro nacional Florencio Randazzo, la diputada Graciela Camaño y en el extitular de la ANSES Diego Bossio, que levantó el perfil recientemente con críticas al Gobierno nacional.

El cordobés aumentará la marcha en las próximas semanas. Planea ampliar su presencia mediática y los encuentros públicos con dirigentes del PJ. El último martes demandó a la Nación ante la Corte Suprema por incumplir con la deuda de la Caja de Jubilaciones. El miércoles participará de un evento organizado por la Sociedad Rural en el que entidad agropecuaria “medirá” a todos los presidenciables (al menos de la oposición). Y también continuará con los encuentros privados.

“Seguimos cosechando porque hay muchos dirigentes que se dan cuenta que están en el Titanic, vieron el iceberg hace meses y no se quieren hundir. Hablamos de gobernadores, algunos que mandan a sus vices porque tienen que preservar su provincia en las elecciones, pero también llegan señales desde la CGT, que empiezan a ver dónde se paran”, dijo a TN un dirigente cordobés muy cercano a Schiaretti. El mandatario se vio recientemente con Armando Cavalieri, jefe del poderosos sindicato del Comercio.

En lo que refiere a los mandatarios provinciales, como anticipó TN, Schiaretti y Urtubey entienden que -más allá de discursivamente puedan respaldar públicamente la postura “antigrieta” y federal del espacio peronista- no jugarán sus cartas nacionales hasta que estén resueltas sus elecciones locales. Pero destacan un dato: de aquí al 24 de junio (fecha de cierre de listas de candidatos para la PASO nacional) 12 provincias que ya habrán elegido a su gobernador.

En el espacio antigrieta reconocen que los gobernadores hacen un cálculo extra: Córdoba tiene elecciones el 25 de junio. Juntos por el Cambio -históricamente fuerte en la provincia- llegaría unido y buscará arrebatarle el poder al peronismo. El actual mandatario impulsa a Martín Llaryora, hoy intendente de la capital, como su sucesor. Los gobernadores provinciales estarán atentos a lo que suceda en esos comicios para medir la fortaleza schiarettista.

“Seguimos cosechando porque hay muchos dirigentes que se dan cuenta que están en el Titanic, vieron el iceberg hace meses y no se quieren hundir. Hablamos de gobernadores, algunos que mandan a sus vices porque tienen que preservar su provincia en las elecciones, pero también llegan señales desde la CGT, que empiezan a ver dónde se paran”, dijo a TN un dirigente cordobés muy cercano a Schiaretti. El mandatario se vio recientemente con Armando Cavalieri, jefe del poderosos sindicato del Comercio.

En lo que refiere a los mandatarios provinciales, como anticipó TN, Schiaretti y Urtubey entienden que -más allá de discursivamente puedan respaldar públicamente la postura “antigrieta” y federal del espacio peronista- no jugarán sus cartas nacionales hasta que estén resueltas sus elecciones locales. Pero destacan un dato: de aquí al 24 de junio (fecha de cierre de listas de candidatos para la PASO nacional) 12 provincias que ya habrán elegido a su gobernador.

En el espacio antigrieta reconocen que los gobernadores hacen un cálculo extra: Córdoba tiene elecciones el 25 de junio. Juntos por el Cambio -históricamente fuerte en la provincia- llegaría unido y buscará arrebatarle el poder al peronismo. El actual mandatario impulsa a Martín Llaryora, hoy intendente de la capital, como su sucesor. Los gobernadores provinciales estarán atentos a lo que suceda en esos comicios para medir la fortaleza schiarettista.

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