Apoyado por un público multitudinario que revolucionó el regreso del estadio San Juan del Bicentenario (había albergado por última vez un partido de las instancias decisivas en la goleada por 4-1 de River sobre Atlanta, correspondiente a los Octavos de Final de la edición 2017), Boca se valió del desequilibrio generado por Sebastián Villa en el extremo izquierdo. El inconveniente del colombiano radicó en la resolución, ya que perdió con Facundo Altamirano en un mano a mano y, en la siguiente acción destacada, remató combado y desviado. De aporte descomunal en la actuación histórica de Patronato en la décima edición, el arquero surgido en Banfield reapareció con una atajada brillante ante un tiro libre de Martín Payero.
El cansancio generado por el flamante título en la Liga Profesional había derivado en la resolución tomada por Hugo Ibarra de apostar por un equipo alternativo. Si bien mantuvo el esquema de 4-3-3 y, en esta oportunidad, dominó la posesión de la pelota para adoptar una postura concentrada en el campo rival, Boca sufrió un desacople defensivo que le costó la apertura del marcador. Patronato se valió de una recuperación en mitad de cancha y una posterior cesión precisa de Sebastián Medina para facilitar el oportunismo de Estigarribia. El delantero se filtró entre Facundo Roncaglia y Gabriel Aranda, dupla de marcadores centrales, cuerpeó al defensor que convirtió el primer gol del Xeneize en la historia de la Copa Argentina (empate 1-1 contra Santamarina en 32avos de Final de la temporada 2011-2012) y definió frente a Javier García. Cuarto tanto del oriundo de Villaguay para alcanzar a Jesús Dátolo en el liderazgo de goleadores de la décima edición.
Ibarra apeló a los ingresos de Óscar Romero y Luca Langoni para mejorar la producción ofensiva con el objetivo de alcanzar la igualdad. Los zurdos se combinaron en la acción que generó el penal favorable a Boca: Villa recibió del juvenil delantero y, después de ser derribado por Franco Leys dentro del área, abrió la cara interna del botín diestro para sellar el empate. Envalentonado por el tanto, el Xeneize profundizó la mejora y exigió a Altamirano mediante un tiro libre del propio Romero. Plantado de contraataque, Patronato también contó con opciones claras para retomar el control del marcador. Estigarribia intentó con un zurdazo que fue desviado por Javier García al tiro de esquina y, cerca de la conclusión del encuentro, Justo Giani marró una ocasión inmejorable con un cabezazo que no tomó la dirección deseada. A diferencia del desenlace agónico favorable a Talleres de Córdoba frente a Banfield en Rosario, durante el inicio de la jornada, la clasificación se prolongó a una serie de penales.
Ambos equipos contaban con antecedentes fructíferos por dicha vía. Boca se había impuesto en ocho de las nueve series disputadas, mientras que Patronato había ganado siete de once. En sintonía con los antecedentes frente a Colón de Santa Fe (le tapó a Luis Miguel Rodríguez en los 90 minutos y a Rodrigo Aliendro en la serie posterior) y River (ante Matías Suárez), Altamirano volvió a protagonizar una producción brillante en la definición por penales. Eligió quedarse en el medio para desviar el zurdazo de Romero, se volcó hacia su izquierda y contuvo el tiro débil de Alan Varela y, en la ejecución decisiva, se tomó revancha de Villa. Tres tapadas para sentenciar el 3-2 favorable al Rojinegro, primer representante entrerriano que disputará la Final de la Copa Argentina. El sueño de un título inédito a nivel nacional quedó a solamente un paso.
